Piedad

Día de emociones a flor de piel, emociones cotidianas y domésticas pero que ponen a prueba mis esquemas mentales.

(Subo por la montaña rusa despacito camino del primer pico)

Empezamos con la despedida a pie de autobús de mi hija mayor de 10 años. Se va una semana a una granja-escuela, con el colegio, con su enorme maleta y su dulce sonrisa. Estará cinco intensos días dedicada a aprender las disciplinas del campo: ordeñara vacas, fabricará pan, elaborará queso y mantequilla, y convivirá con sus compañeras. Se ha ido feliz. La noche anterior no pegó ojo, se le salían los nervios por la cama. Hoy, bajo la nevada que caía en Madrid, le he dicho adiós mientras maldecía al colegio por no anular la excursión debido al temporal, o a la distancia hasta la granja, o a la temprana edad para realizar su primera salida, o... En fin, que si esto es así ahora, me quedan unos cuantos kilos de sufrimiento por pasar en los próximos años.

(Bajo en caída libre desprendiendo adrenalina a raudales y, de nuevo, vuelvo a subir una nueva rampa lentamente)

Luego, en la oficina, novedades sobre una gran oportunidad para nosotros. En principio las noticias no son buenas ni malas, sino todo lo contrario. Entonces recuerdas la cuenta corriente que abrimos en septiembre del año pasado, donde religiosamente, todos los días, depositábamos una o dos horas de nuestro día, al principio poca cosa. Sin embargo, según se consumía el año, incrementamos las aportaciones. Hubo días que, con un sentimiento de desprendimiento total, dábamos todas las horas que teníamos. No guardábamos ni para comer algunas veces, tan sólo reservábamos unas cuantas para dormir. Y así nos cambiamos de año, y continuamos alimentando nuestra cuenta hasta que esta mañana, el director de la sucursal, nos informó de los intereses que nos rendían nuestros ahorros. Sabíamos todos que los bancos no andaban bien con esto de la crisis, sin embargo, todos albergábamos una pequeña esperanza de que por ser un cliente de toda la vida, nos ofrecieran un rendimiento de nuestras aportaciones mayor a la media. Sin embargo, no fue así. El tipo de interés a aplicar era el habitual para estos tiempos que corren, y aunque proporcionaba cierto rendimiento a los ingresos realizados, los beneficios obtenidos no eran proporcionales a las horas aportadas durante estos 5 meses pasados. Estas son las condiciones que nos han ofrecido, y lo que es peor, si no las aceptamos, el banco no sólo no nos pagará los intereses, sino que se quedará con nuestro patrimonio aportado desde septiembre hasta hoy... es decir, todas nuestras horas que fuimos ahorrando y no pudimos gastar en su momento.

(Desciendo frenéticamente por el carril de hierro acompañado de un ruido ensordecedor)

El otro día terminé de leer "Piedad", un libro de recuerdos y de estados de ánimo, donde se habla de la esperanza, de la vida, de la familia, de la muerte, de la compasión y, sobre todo del dolor. Miguel Mena comparte con nosotros sus desahogos, sus luchas, sus derrotas, en definitiva su visión de la vida marcada por el hecho de tener un hijo "con un cromosoma atravesado" tal y como él mismo lo describe. El libro está salpicado de fotos, realizadas por el propio Miguel, que acompañan y completan cada relato. Su lectura, que he realizado de un tirón y así aconsejo la misma, es un viaje por los sentimientos y emociones que se van produciendo en nuestro interior según vamos desgranando los relatos y reflexiones que se suceden sin orden aparente. La fotos, como decía, son el contrapunto que colorean (aunque son en blanco y negro) los pensamientos y sentimientos que se van desencadenando en nuestro interior. No recomendado si sois depresivos y muy recomendado si queréis experimentar cómo una lectura os remueve vuestro interior. Os dejo uno de sus relatos:

"RARO
Qué raro se hace tener un hijo prácticamente mudo cuando te ganas la vida hablando, un hijo condenado a ser analfabeto cuando llenas tu tiempo escribiendo, un hijo con poco equilibrio cuando tu afición es montar en bicicleta. Qué extraño resulta que para ser feliz no parezca necesitar nada de lo que a ti te gusta"


Miguel Mena ("Piedad" - Editorial Xordica)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Brillante!
Anónimo ha dicho que…
Como me imagino que -brillante- te suena a poco (por escueto), añado algunos comentarios adicionales:
- Me das envidia!
- Gusta leerlo porque expresa sentimientos (me aburren los "corta y pegas")
- El grado de elaboración me parece óptimo
- También me han gustado los contenidos (particularmente la granja-escuela, el mío también se marcha una semana)

En otro orden de cosas:
- Si se entera tu jefe, pensará que tienes tiempo para asumir otras reponsabilidades (hasta ahora todos creíamos que ni tan siquiera dormías)
- Avísame si con ésto se liga (¿podría copiarte los contenidos no?)

Lo dicho, me das envidia, eres un asco de tío.

desde Cáceres
Fernando Villar ha dicho que…
Muchas gracias por los piropos.., pero se liga más siendo futbolista (incluso creo que lo pagan mejor)

Un abrazo