Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2019

Parada

Esas alas de plástico servían para volar, para elevarse por encima del mundo y escapar de la asfixiante realidad. Al principio solo se las ponía unos minutos, a modo de ensayo, y apenas volaba dos o tres metros sobre el suelo. Eso era suficiente para intuir una seductora sensación de paz. Necesitaba volar más alto y más tiempo para estar lejos del miedo, los llantos, los golpes, la vergüenza y las burlas de los compañeros. Un día las alas de plástico se rompieron, el niño cayó y también se rompió. La autopsia reveló que mucho antes de la caída se le paró la esperanza.