Revelado
Esta es la historia de una foto coqueta que se disfrazó de
color para disimular su edad, pero también es una gran historia de amor. En la
imagen, como se puede ver, mi madre recién estrenada y yo paseamos por un
parque. Si nos fijamos en la ropa elegante y zapatos que vestimos podremos
pensar que no es un día corriente de la semana, quizá sea un soleado domingo
de primavera por la mañana. Mi madre, con delicadeza, me lleva de la
mano por la vida alejándome de las sombras y muros que van quedando atrás. Ella
posa segura para la foto pero yo, ajeno a la cámara que nos retrata, y con la
mirada perdida, no sé todavía que hoy, 48 años después, la foto es al revés.
Comentarios
Mi tía Isabel y mi primo Fernando.
Me encanta