User experience


Debo confesar que soy uno de los afortunados o desgraciados que consiguieron un Ipad, el nuevo juguete de Apple, el día de su lanzamiento en España. En cierta forma soy un friki tecnológico amateur, aunque no cuento en mi mochila con las habilidades técnicas que este tipo de perfil suele poseer para destripar estos cacharros. Tan sólo me fascina probar gadgets nuevos, experimentar con ellos y sentir las sensaciones, recompensas y decepciones que se obtienen con el uso de estos aparatos. Lo hago desde un punto de vista de usuario final y mis experiencias acaban siendo más emocionales que racionales. Hace aproximadamente un año descubrí Apple. Compré un Mac y comprobé que había otro mundo. Y hoy, después de un par de semanas utilizando el Ipad, puedo decir que Steve Jobs, alma de Apple, vuelve a dar un paso más en la dirección correcta.

En las dos últimas semanas todo el mundo me realiza la misma pregunta: "¿qué tal con el Ipad?" y yo contesto "fantástico", y entonces me dicen "¿qué puedes hacer con él?" y les digo "puedes navegar por internet, oír música, ver las fotos, escribir e-mails, ver videos en youtube..." entonces, todos me miran con compasión como si acabara de sufrir el timo de los trileros en plena Puerta del Sol y me responden "¿eso es todo? eso ya lo hago yo ahora con mi portatil".

Así es, el Ipad no inventa nada nuevo, no incluye herramientas innovadoras que te permitan gobernar el mundo, ni convertir en oro todo lo que tocas... . Este dispositivo incluye las aplicaciones clásicas necesarias para realizar las actividades básicas habituales que todos nosotros solemos desarrollar delante de un ordenador. Sin embargo, la verdadera aportación del Ipad se encuentra en el concepto llamado "la experiencia de usuario" (user experience). Los usuarios de Iphone y otros dispositivos multitouch ya conocen de que va esta idea, algo abstracta hace tiempo pero que, ahora, en materia "tecnológica-doméstica" empieza a comprenderse con claridad.

Realmente es un concepto universal y siempre ligado en cierta modo a las emociones de las personas. Existe "experiencia de usuario" en prácticamente todos los momentos de nuestro día: cuando cogemos el metro, conducimos nuestro coche, entramos en una cafetería a desayunar, vamos a un cine, hacemos deporte, etc. En todos esos instantes somos usuarios de un medio de transporte, de un vehículo en propiedad, de un restaurante, de una experiencia multimedia o de unas zapatillas de correr. Y cuando estamos inmersos en esas experiencias concretas percibimos y experimentamos sensaciones que dependiendo del grado de placer/displacer que nos proporcione generarán una experiencia concreta para nosotros que determinará, en cierta forma, nuestra relación a futuro con ese suceso concreto del que hemos sido partícipes.

Apple consigue que las experiencias de usuario con sus productos sean siempre muy satisfactorias. La marca de la manzana no tiene clientes, tiene fans incondicionales. Hacen cola en las tiendas cuando sale nuevo producto, defienden a muerte la empresa y asumen el alto precio que el señor Jobs hace pagar a sus clientes en materia de incompatibilidad y control de todo lo que se consumen en sus máquinas.

En mi caso particular, volviendo al Ipad, sólo puedo dejar mi testimonio (de maquero y por tanto ya contaminado) sobre mi experiencia de uso con Ipad: ESPECTACULAR. Y lo es por la naturalidad con la que podemos trabajar con esas herramientas (las de siempre que también tenemos en nuestro PC-Windows) pero que ahora se adaptan a nuevos soportes avanzados. Ya no tenemos que pensar cómo hacer algo para obtener una información, simplemente la obtenemos. Como siempre, las películas ya adelantaron algo en su momento (por ejemplo Minority Report de Tom Cruise), sin embargo podemos vislumbrar que esto es sólo el principio.

A mi hija de 5 años, hace tiempo que le enseñé a manejar cuatro básicos del ordenador, entre estos el uso del ratón y la relación que existe entre la flechita que se movía por la pantalla y los movimientos coordinados de su brazo y mano, que además deben de "señalar" en la pantalla aquello a lo que queremos ir. Pues bien, aunque los niños asumen estas cosas con mucha rapidez, recuerdo que llevó su tiempo. Sin embargo el otro día, con el Ipad, mi hija lo encendió y desde el minuto cero, sin que yo le explicara nada, empezó a utilizarlo con un programa de pintar. Todo natural, directo, la mano como interfaz directo de nuestro cerebro, sin preocuparnos por el "cómo lo hago".

Uno de mis clientes, hace casi 10 años, lo tenía muy claro, decía: "la mejor tecnología es la que no se ve".

Comentarios

Diego Cantalapiedra ha dicho que…
¡Qué ilusión! Otro mackero en la familia.

Entiendo lo de tus compañeros. Cuando me compré el iPhone, hace casi 2 años, recuerdo que pasaba muchas veces por la misma situación. Me decían: "pues mi móvil hace todo lo que hace el iPhone, desde hace más de un año". Mi respuesta era siempre la misma: "lo importante no es lo que hace, sino cómo lo hace".

Un abrazo.
Fernando Villar ha dicho que…
Cada vez somos más mackeros. El que lo prueba se queda. Un abrazo Diego.