Tacones de azucar

Hace ya un par de meses, navegando por la red, y dejándome llevar por los viento de ceros y unos, acabé fondeando en un lugar desconocido para mi. Una pantalla en negro me invitaba a pintar con colores mientras la página se cargaba. Unos segundos después, una dulce melodía, a modo de bienvenida, empezó a sonar. Mientras, un ramillete de palabras rosas, estampadas en la pared de mi ordenador, describen la composición de la sangre de la dueña del palacio en el que me encuentro. Seis sugerentes puertas a pie de página me invitan a adentrarme en este ya mágico lugar.

Se trata de la página web de Yolanda Sáenz de Tejada


y se trata también de un cruce de caminos entre los sentimientos y las personas. Yolanda tiene varios sombreros en su armario, todos le quedan de fábula, pero hay uno que ha hecho que me fije especialmente en ella después de haber explorado su palacio y haber recorrido galerías, habitaciones, sótanos y jardines. Y es el de la poesía. Esto tiene especial mérito en mi caso ya que mi relación con este arte se reduce a un picoteo fuera de horas y por tanto con el alma cerrada por vacaciones. Sin embargo la poesía de Yolanda es diferente. Sus poesías son pequeños trozos de vida, son micro-cuentos donde desfilan personajes que todos conocemos, son sentimientos esculpidos a golpe de realidad y pasión, donde no hay lejanía, todo es cercano, y, por ello, Yolanda consigue cocinar un plato que alborota todos nuestros sentidos. Ingredientes de primera calidad y de temporada hacen que la lectura de sus poesías sea una fiesta de los sentimientos.

Pero la magia de Yolanda no se queda en su poesía, también la ejerce fuera de ella, y yo fui testigo. Después de haber sido absorbido por la lectura de su poesía, su blog, sus videos, etc., decidí comprar su libro "Tacones de azúcar". Y también decidí regalárselo a una persona muy especial. Para este tipo de situaciones la web de Yolanda cuenta con una "Fábrica de sueños a medida" donde es posible obtener, aportando ciertas "materias primas", un poema personalizado para la persona que desees. Sin embargo, algo debí hacer mal al realizar el encargo que obligó a la mismísima Yolanda a ponerse en contacto conmigo vía e-mail para darme las instrucciones necesarias. A partir de ese instante nos cruzamos una serie de correos electrónicos que sirvieron para detallar al milímetro la operación secreta que llevé a cabo y cuyo objetivo era que Rocío, mi mujer, recibiera el regalo "cocinado" a la manera Yolanda. Unos días después un paquete llegaba a casa a nombre de Rocío, y en su interior, venía el libro, envuelto en pasión y aliñado con mucha ilusión y amor (no voy a desvelar los ingredientes ya que esto forma parte también de la magia). Sólo decir que tanto el resultado como el proceso fueron fantásticos.

Os dejo una muestra de su libro:


"A mi espalda
el mar se estrella
contra sí mismo.
Aúlla en mis oídos
como un animal en celo.
Atraviesa mi esternón
como un beso espumoso
de niño libre.

Frente a mí
la ría se mece
dentro de sus aguas,
y cantan las boyas
la nana de la nostalgia.
Chocan,
sediciosas,
las cadenas de las anclas
contra sus barcos.
Y el ruido
que nace
de esta tierna
guerra
semeja los mugidos
de una hembra.

El prado de agua
que imaginan
mis ojos
atraviesa mi espina dorsal,
como un beso salado
de niño preso.

Y en medio
de este mar
y de esta ría,
yo,
con un libro de poemas.
(Vuelve a ser
Ángel González,
ya sé que me
repito.)

En este banco
que visito cada día
tengo mi isla.
Tan libre como
mis sueños,
tan presa
como mis deseos."

Yolanda Sáenz de Tejada ("Tacones de Azucar"- Ed. Sial/Fugger Poesía)



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