Una pareja

Llevamos ya unos cuantos años acudiendo en verano a nuestro particular oasis. Se trata de un pequeño pueblito costero de Asturias. Allí descansamos y desempolvamos nuestros sentidos. La tranquilidad y la naturaleza que nos acompaña esos días nos permite reencontrarnos con nosotros mismos. Es una sensación cálida la que sentimos cuando vamos llegando. El encontrarnos con las mismas personas que ya conocemos año tras año nos permite vivir una especie de vuelta a casa. Entre las personas que solemos coincidir, concretamente en el encantador hotelito rural en el que nos hospedamos, está una pareja ya veterana, aunque no por ello exenta de una muy buena presencia y salud.


Hace ya cuatro años que les vimos por primera vez y, desde entonces, me ha llamado la atención y fascinado el cariño con que se trataban. Lo que veo y percibo se manifiesta en la elegancia sencilla en el trato que se dispensan, el respeto y educación cuando se hablan y, por supuesto, el detalle siempre por bandera en todo lo que les afecta. Supongo yo que sólo un gran amor de fondo puede destilar todas estas materias primas. Sin embargo muchas veces son estos ingredientes los que alimentan y cultivan ese amor y pasión. En muchas ocasiones nos preguntamos cual es la clave para mantener vivo un amor durante tanto tiempo y creo que esta pareja tiene el secreto, aunque no creo que sea tal, quizás sea como todo en esta vida, si lo cuidas siempre estará como el primer día. La rutina y la confianza a veces son compañeros canallas que nos hacen olvidarnos de los básicos. Damos así, erróneamente por superadas, una serie de asignaturas que, aunque las aprobamos hace mucho tiempo, debemos repasarlas a diario.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola.
Yo creo en el factor del esfuerzo, del trabajo, de la dedicación, ... del querer seguir (de los dos).
El valor de las cosas pequeñas, de los pequeños momentos (o de los grandes).
Un abrazo